jueves, 6 de enero de 2011

El Año del Centenario de José Maria Arguedas

(Imagen: Revista Caretas). Conocida ya la forma en la que se denominara el año en curso (“Año del Centenario de Machu Picchu para el Mundo”) han sido no pocas las reacciones con respecto a la elección de dicho titulo, puesto que se opone a un pedido secundado por gran numero de peruanos que era el de otorgárselo a la memoria del escritor indigenista José María Arguedas Altamirano, que el 18 de enero del 2011, celebra el centenario de su natalicio.

Así pues intelectuales como la arqueóloga sanmarquina Ruth Shady, descubridora de la ciudadela de Caral, declaro hace unos días al respecto manifestando su disconformidad pues “El 2011 no significa nada relacionado con la importancia de Machu Picchu. Hubiera preferido que sea el año de José María Arguedas, que realmente es un personaje simbólico que tiene un mensaje, un contenido y un significado muy importante para toda la generación actual y futura”. Ya en anteriores ocasiones otras personalidades como Mariana Mould se habían expresado en el sentido de que el 2011 debía ser considerado como el arribo del primer turista a Machu Picchu pero no un descubrimiento, pues las ruinas eran ya conocidas en esas épocas, incluso figuraban en los mapas. El historiador Antonio Zapata también escribió al respecto en su columna en el diario La República argumentando la validez principal de otórgaselo a Arguedas antes que a una expedición que “estuvo en el sitio solamente medio día. Tomó muchas fotos y siguió viaje, estuvo en casi 20 lugares distintos, porque iba a toda velocidad buscando otro sitio: el último palacio de Manco Inca en la mítica Vilcabamba”. También agrego otro tema a considerarse: el bicentenario del grito libertario de Francisco de Zela en Tacna en 1811. El historiador y ex rector UNMSM Manuel Burga Díaz en su columna de hoy también se ocupa del tema coincidiendo en sus preferencias hacia la designación de Arguedas, pero como ello no sucedió llama a la aceptación de la designación impuesta por el gobierno aprista; en sus palabras: “Hubiera preferido que el 2011 sea el año del centenario del nacimiento de José María Arguedas, un auténtico icono nacional de carne y hueso, que encarna el dramático encuentro de hombres y culturas para formar el Perú moderno. Pero como esto no ha sucedido, ya no importan las razones, vayamos más allá de la maniobra política y hagamos realidad el gran Museo Inca en la ciudad de Cusco.” Más incisiva fue la opinión del historiador Nelson Manrique, quien señaló hace unos días la evidente mezquindad política del actual regimen aprista para con Arguedas: “Este 2011 –más exactamente, en dos semanas– se conmemora el centenario del nacimiento de José María Arguedas, una oportunidad inmejorable para poner estos temas en debate. La mezquindad de Alan García ha impedido que el Estado consagre –como debió ser– este año a su memoria. Homenajear a Arguedas no le iba a ganar a García la atención que anhela, mientras que poner los reflectores sobre la recuperación de las piezas arqueológicas de Machu Picchu, que retenía la U. de Yale, puede convertirlo en el muerto del velorio; prepárense para ver las primeras planas que le brindará la prensa ayayera. No hay nada nuevo bajo el sol: hasta aquí García fanfarroneaba afirmando que, aunque no puede lograr que sea presidente quien él quiere, sí puede impedir que lo sea quien él no quiere. Ahora podrá añadir que puede impedir que se homenajee a quien él no quiere. Por suerte el genio de Arguedas está por encima de semejante cicatería.
Cabe señalar que nada le costaba al gobierno, en vista de esta disyuntiva, nombrar con ambas denominaciones al presente año, puesto que antecedentes existen (1992: Año de César Vallejo y del Encuentro de Dos Mundos; 2003: Año de los Derechos de las Personas con Discapacidad y del Centenario del Nacimiento de Jorge Basadre, por ejemplo) y aunque algunos quieran restarle importancia al efecto de denominar a un año de tal o cual manera, coincido con la Sra. Rocio Silva Santiesteban que en su columna dominical del mismo diario señala que el nombramiento de año oficial de Arguedas hubiera servido para que mas niños en nuestro país se acerquen a la obra de este peruano ejemplar (“Declarar el 2011 como “Año de José María Arguedas” sea quizás una decisión fatua y burocrática y puede ser que no sirva de nada; pero sí como un símbolo que permita a los niños que asisten a las escuelas más alejadas de Yuyungo o Puquio interesarse por este “gringacho”, que ha sabido silbar y cantar y escribir tomándole el pulso a la alegría y el dolor de ser peruano.”) Conocer y aprender de la obra de Arguedas es un deber para los peruanos pues nos ayuda a revalorarnos y reencontrarnos nosotros mismos como sociedad, como ese Perú de todas las sangres que él tuvo a bien denominar. Esa es una circunstancia que lamentablemente los políticos parecen no entender ni calibrar en su real dimensión.
Esto último que señalo no es una declaración antojadiza. En septiembre del 2010 se presentó una moción ante el Congreso de la República, encabezada por la congresista aprista Mercedes Cabanillas y el primer vicepresidente del país, Luis Giampietri, quienes pretendían denominar al año 2011 como el Año del Centenario de los Submarinos en el Perú. 41 congresistas apoyaron dicha moción (la mayor parte de ellos del partido aprista y fujimoristas), ignorando y dejando de lado de esta forma la conmemoración del centenario de un representante de la peruanidad cuyo aporte escapa solamente del ámbito de la literatura pues sus trabajos etnológicos y antropológicos son también igual de valiosos. Nuestro premio Nobel, Mario Vargas Llosa, declaro también desde Estocolmo que apoyaba la idea de nombrar el 2011 como el año de Arguedas (referencias a Arguedas estuvieron presentes en su discurso al recibir el premio en mención. Años atrás, en el 2008 también había sido citado por el francés Jean Marie De Clezio como uno de los escritores que mas lo habían influenciado, compartiendo mención entre otros con Jean Paul Sartre, Octavio Paz o Miguel Ángel Asturias).
Habría que precisar asimismo que el legislador nacionalista Cayo Galindo presentó también una moción en septiembre del 2010 para que se adopte la denominación de Año del Centenario del natalicio de José Maria Arguedas, recibiendo escaso apoyo de los otros representantes patrios. El diario El Comercio, decano de la prensa nacional, organizo una encuesta sobre el tema, resultando que el 80 % de las personas que emitieron su voto se inclinaron por la opción de nombrar el 2011 como el año de homenaje a José Maria Arguedas.
Así las cosas, en Ayacucho el presidente regional Wilfredo Oscorima inició las sesiones de su consejo regional acordando nombrar el 2011 como “Año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas” en su región. Decisión similar a la adoptada por el Gremio de Escritores del Perú, quienes llaman a “todas las entidades dedicadas al arte, la educación y la cultura, a todos los escritores, músicos, plásticos, teatristas, trabajadores, docentes, estudiantes, a adherirse a esta resolución”. No seria de extrañar que otras regiones del interior del país tomen la misma determinación, pues la población de ellas lo exige, habiéndose organizado incluso marchas para reforzar este pedido.



También es de resaltar que el gobierno a través del Ministerio de Cultura que encabeza el antropólogo Juan Ossio ha organizado para todo el 2011 una serie de actividades con respecto a esta conmemoración. Entre las principales se cuentan la elaboración de una página web que informara de todos los eventos en torno al centenario así como difundirá la obra de Arguedas. Además se anuncia la publicación en varios tomos de sus trabajos etnológicos y su obra antropológica; igualmente la habilitación de las exposiciones “Arguedas: El Perú como fuente infinita de creación”, muestra itinerante que recorrerá todo el país y “Arguedas nos habla” exposición de arte popular de carácter multimedia. También se anuncia la edición de Cds con audios inéditos en los que se podrá escuchar al mismo Arguedas exponiendo sus cuentos y la tradición oral andina que recopiló a través de los años. Uno de las más peculiares anuncios es la representación a cargo del Ballet Nacional de las obras “La agonía de Rasu Ñiti” y “Huatyacuri”, este ultimo espectáculo basado en los Mitos de Huarichirí, traducidos por Arguedas, y que ya fue representado con anterioridad en el 2008.



La sociedad civil también se apresta a conmemorar el centenario, difundiéndose en estos días un ciclo de cine organizado por el Grupo Chaski en su red de microcines. Se podrá apreciar de esta forma cortometrajes y producciones como “Yawar Fiesta” (1982, dirigida por Luis Figueroa), “Todas las Sangres” (1986, dirigida por Michael Gómez) o “El Sueño del Pongo” (1970, dirigida por Santiago Álvarez). Las funciones son los jueves 6 y 13 de enero a las 7 pm en el local de Jr. Ica 323, Lima. El ingreso cuesta 3 nuevos soles.


Links- 2011: Año de leer a Arguedas - Hojas de Vida (Blog de Heduardo)