domingo, 20 de febrero de 2011

Poesía En Rock. Una historia oral. Perú 1966-1991

Una de las cosas que me gusta del estudio de la Historia es que es una ciencia total, en el sentido de que abarca todo tipo de manifestaciones del hombre. Existen materias, sin embargo, que los historiadores de formación profesional muchas veces descuidan –al menos en el Perú- por no ser académicamente de su interés o por caer prácticamente en el ámbito de la cotidianeidad. Estos temas, que reflejan problemáticas sociales o fenómenos que afectaron a nuestra nación, de un tiempo a esta parte vienen siendo rescatados por investigadores provenientes de otras ramas de las ciencias sociales y existen muy buenos ejemplos de ello. Recordamos, por citar solo algunos, el excelente libro sobre la fotografía en La Guerra del Pacífico del comunicador Renzo Babilonia; el trabajo del periodista Hugo Coya sobre los peruanos en el Holocausto judío “Estación Final”; la obra del arquitecto Víctor Mejía Ticona sobre los cines en Lima o el trabajo del también arquitecto Roberto Prieto Sánchez sobre los prostíbulos limeños. Todas las mencionadas son obras de una gran calidad académica y que utilizan recursos que en muchos casos los historiadores obvian, como el papel de la imagen, la oralidad, el recuerdo colectivo o las entrevistas.
En esta ocasión nos toca hacer referencia a un titulo publicado hace poco y que ya se encuentra a la venta en las librerías limeñas y que se titula Poesía En Rock. Una historia oral. Perú 1966-1991 de los escritores Carlos Torres Rotondo y José Carlos Irigoyen. Pero ¿que tiene que ver el rock con la poesía? los autores son desenfados en sus afirmaciones y entienden el rock más como una actitud ante la vida que como simplemente una expresión musical. Por ello encontraremos en muchas de las referencias –anécdotas contadas por los propios poetas de dichas generaciones- actitudes vivénciales o afirmaciones como “Eso era rock”. Y esto tiene que ver también con el hecho de que José Carlos Rotondo sea el autor de otro estupendo texto editado en el 2009 que llevó por titulo “Demoler: Un viaje personal por la primera escena del rock en el Perú 1957-1975” y que no se comentó aquí porque para el tiempo en que se editó este blog aun no existía, pero es tiempo de reconocer el importante aporte de este autor por el rescate para la memoria de nuestra sociedad de los inicios de un genero musical que muchas veces los peruanos nos hemos acostumbrado a negar o a dar por valida la errada idea de que no había trascendido por prohibiciones de la dictadura militar que gobernó el Perú en la década de 1970. En ese estudio él desmiente eso y afirma que en realidad si existió una “movida” musical importante con grupos que destacaron desde los años 60´s como Los Saicos (grupo considerado como un precursor del movimiento punk en el mundo, Los Belkings, Los York´s, Los Shains, incluso con un grupo como Los Mad´s que llego a estar presente en el famoso festival de Whigt en 1970 (con Jimmy Hendrix y The Who, nada menos) o los más conocidos que fueron Los Doltons, grupo integrado por estudiantes de la Universidad San Marcos. El hecho de que el rock peruano tuviera una época difícil a partir de 1975 responde a problemáticas como la migración, la violencia de los años 80s o el poco apoyo ante ese genero musical por parte del surgimiento de nuevas expresiones como las fusiones de la música vernacular.
Pero retomando el comentario sobre el libro por el cual lleva el titulo este post, fue una grata sorpresa para este lector encontrar una fresca y natural narración de los hechos. Muchos de ellos como vuelvo a repetir son entrevistas en la que cada uno de los integrantes de las generaciones que destacan los autores, va contando sus peripecias y los avances en sus trabajos, a manera de "egohistoria", por decirlo de alguna forma y en la que los autores solo irrumpen para dar precisiones detalladas sobre cada tema. Torres e Irigoyen son concientes también de que este libro puede ser polémico en el sentido de una afirmación que va en las primeras paginas del libro: “…en la escena poética peruana solo existen tres generaciones, cada una con su propio abanico de propuestas estéticas y sus ecos en poetas posteriores. Tres: no más. El resto son promociones, no ciclos con una propuesta estética cohesionada…”. Y ellos reconocen estos tres grupos en los conformados por las generaciones Estación Reunida (1966-1968), Hora Zero (1969-1983) y La Sagrada Familia-Kloaka (1975-1991). Estos grupos surgen a mediados de la década del sesenta y su principal aporte es romper con la influencia de los tradicionales ritmos españoles y franceses en nuestra poesía, acercándose más a la influencia anglosajona. Y en la mitad de los sesenta también esta el rock presente como fenómeno urbano en nuestra capital. Como lo definen ellos “Más allá de su innegable influencia cultural, el rock trajo una nueva forma de pensar y una nueva forma de hablar, un lenguaje que no había sido desarrollado previamente en la historia de nuestra literatura”.
Debo reconocer que para los neófitos en la materia este libro trae información valiosísima y estoy seguro en el futuro será referencia indispensable cuando alguien mire atrás y trate de reconstruir estos años en el Perú con las manifestaciones culturales de su población. El libro tiene un costo de 36 nuevos soles en las principales librerías del país. Al final del mismo existe una pequeña antología de poetas y su obra, podemos encontrar a José Rosas Ribeyro, Oscar Málaga, Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruiz, Enrique Verastegui, Enrique Sánchez Hernani, Roger Santibáñez, Domingo de Ramos, Bruno Mendizábal (El autor del entrañable San Felipe Blues), entre otros.
Jorge Pimentel, "El Chino" Domínguez, Tulio Mora, Kike Sánchez Hernani, Eloy Jáuregui, Fernando Obregón, Maynor Freyre, Abel Herrera, Enrique Verástegui, Óscar Orellana, Miguel Burga, Jorge Espinoza Sánchez, Ángel Garrido Espinoza, Alberto "Cholín" Escalante, Paul Guillén, Paco Guzmán y Carlos Alberto Ostolaza en el Bar Juanito de Barranco (Foto tomada de aquí)

Integrantes de "Hora Zero" en el lente del "Chino" Dominguez.

(Nota del autor: sirvan estas dos ultimas fotos como mi homenaje ante el reciente y sensible fallecimiento de un grande de la fotografia en el Perú)